curso administración de restaurantes

Pretender eliminar por completo el estrés en la cocina de un restaurante es casi como hablar de algo imposible.

Tanto como intentar quitar su juguete preferido a un niño.

Nadie mejor que tu sabe que el día a día en un restaurante puede llegar a ser de lo más estresante: gestionar las compras, proveedores que suben sus precios, crear el menú del día, etc.

Un tanto agobiante tenemos que reconocer que puede llegar a ser.

Y  una vez que se inicia el servicio: clientes que van llegando, atascos en la cocina,  platos que no terminan de salir, tema que suele provocar discusiones entre la cocina y el equipo de sala…

¡Stop! Tema delicado.

O no crees que el estrés repercute en el rendimiento laboral de tu equipo de trabajo.

Estas son solo algunas de las consecuencias del estrés que sufren algunos de tus empleados en su trabajo:

  • Dificultad para concentrarse.
  • Ansiedad y/o depresión.
  • Dificultad para tomar decisiones.

¿Cuántos años llevas lidiando con problemas de este tipo?

Más de los que te gustaría. Eso seguro.

Si no consigues gestionar todos estos problemas en la operativa diaria de tu restaurante, muy probablemente la gestión de tu negocio terminará siendo un caos.

Desde la Escuela de Hostelería de Marketing Gastronómico te queremos enseñar a controlar y evitar estas situaciones que provocan en tu equipo un estrés innecesario

Hoy vamos a centrarnos en una de las partes de tu negocio que más lo sufre: la cocina.

¿Y por qué en ella? Porque la experiencia que viven tus clientes la componen varios elementos: buena atención, el ambiente y por supuesto los platos que van a disfrutar.  Y estos, lógicamente salen de la cocina.

¿Qué crees que sucederá con estos platos cuando hay desorden y estrés?

No solo retrasos y peleas entre tu personal, sino que tus clientes soportarán largas esperas, recibirán platos que no se han elaborado correctamente o serán atendidos por camareros tensos y poco atentos.

Reducir el estrés ayudará también a que tu equipo se sienta más cómodo en su trabajo, lo que además evitará la alta rotación del personal de tu restaurante.

Menos estrés equivale a tener un equipo más creativo.

Y esto sucede porque están más dispuestos a probar cosas nuevas y tienen más energía para crear nuevas recetas o para estar más pendientes del control y ahorrar costos.

Con estos 5 consejos queremos ayudarte a reducir el estrés en una de las partes más esenciales de tu negocio:

1. Planifica el tiempo libre.

Tu equipo es una parte vital de tu negocio. No solo te representan ante los clientes, sino que gracias a su duro trabajo tu restaurante puede funcionar.

Y da igual el puesto que ocupen, porque todos son igualmente valiosos, desde los cocineros que consiguen crear los platos que enamoran a tus clientes, a los camareros que los sirven haciendo sentir bien al comensal.

Por esto mismo y centrándonos en el área de la que hablamos hoy, la cocina, es muy difícil cuando ante un imprevisto tenemos que buscar sustitutos.

Sin embargo, si somos previsores y gestionamos eficazmente al personal, conseguiremos pasar estos obstáculos. Con este caso práctico que comentamos a continuación, puedes inspirarte para mejorar en tus acciones respecto a ellos:

Los miembros del equipo de The Grove Café, un restaurante americano, se sentían bajo mucha presión por ser tan indispensables y tener que ir a trabajar cada día. Sin importar si estaban enfermos o necesitaban unas vacaciones.

Para frenar el agotamiento, la dirección del restaurante decidió invertir en nuevas incorporaciones al equipo.

Una plantilla un poco más grande puede compartir mejor todas las responsabilidades y reducir el agotamiento. Sobre todo porque ante una baja inesperada de algún miembro del equipo, no habría dificultades para sacar adelante el servicio.

Pero lo más importante, es que invirtieron en una formación multidisciplinar, que permitió a todos los empleados conocer cada puesto del restaurante y poder ocupar cualquiera de ellos de ser necesario.

Ahora, cuando los empleados necesitan tiempo libre, pueden descansar y sentirse cómodos haciéndolo.

2. Asegúrate de que el personal es el adecuado.

La selección de personal y sobre todo, encontrar a personas que entiendan y compartan nuestros valores como empresa es muy importante para que tu restaurante prospere una vez está en funcionamiento.

No todos los miembros de nuestro equipo van a tener las mismas cualidades y como cualquier persona, atravesarán por días mejores y peores, pero en este sector es seguro que se enfrentarán a mucha presión.

Por lo mismo debes asegurarte de que están preparados para los momentos de estrés y conocen el procedimiento a seguir para reaccionar rápidamente.

3. Compra menos.

Aunque el trabajo de cocina es intenso y requiere un gran esfuerzo mental y de concentración en tu equipo, también en determinados momentos habrá esfuerzos físicos.

Por ejemplo, hacer el inventario, levantar y cargar todos los productos y bebidas no solo lleva tiempo, sino que supone un desgaste de energía de tu personal que es también muy valioso.

Para reducir la tensión física del trabajo y guardar la energía de los empleados para otras tareas, gestiona el inventario de tal manera que siempre se tenga lo necesario pero nunca se acumulen productos en exceso.

Así no solo ahorras tiempo y energía sino también dinero, puesto que es muy común que cuando se tienen más productos de los que se utilizan, acaben por echarse a perder. Llevar un control de todo lo que entra en tu cocina y mantener el stock a raya, hará que evites costos innecesarios.

4. Anticípate.

El tipo de ambiente que haya en la cocina depende en gran parte de la forma en que tú como gerente la dirijas, y esto supone que lo hagas de la manera más competente posible y dando confianza a tus empleados para recurrir a ti siempre que lo necesiten.

Una buena organización consiste en prever cada día qué será exactamente lo que se hará. Creando un procedimiento y adaptándolo al día en concreto ayudarás a evitar la incertidumbre en los miembros de tu equipo.

Si todos saben lo que tienen que hacer y no necesitan esperar instrucciones a cada momento, ganarán en confianza y podrán centrarse en hacer bien lo que le han encomendado.

Cuanto más planees, más podrás reducir las presiones innecesarias.

5. Busca siempre el lado positivo.

Las situaciones de agobio puede atascar y mucho el trabajo de una cocina, pero el personal puede convertir parte de esa presión en energía positiva. Lo último que nadie quiere es sentirse mal cuando acaba la jornada de trabajo.

En la cocina, anima a tu equipo con palabras amables, reconoce el trabajo bien hecho y anímales. Que el servicio salga bien es responsabilidad suya en gran parte, por eso si saben que todo está funcionando correctamente y que los clientes se marchan felices, estarán aún más motivados.

Durante las reuniones de personal o de manera individual, pídeles que contribuyan a mejorar todas aquellas actividades donde crean que pueden ayudar.

Estas reuniones además te permitirán ver qué es lo que les dificulta su trabajo y qué personas están más estresadas, pudiendo buscar soluciones y beneficiar así al resto del equipo.

Si te han resultado útiles estos consejos y quieres seguir aprendiendo a gestionar tu restaurante y motivar a tu personal para sacar la máxima rentabilidad, estamos a tu disposición a través de nuestros cursos 100% online.

Consulta aquí el temario del Curso de Administración de restaurantes y mira cómo te podemos ayudar a conseguirlo.

 

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Un saludo

Erika

Escuela de Hostelería Online Marketing Gastronómico.

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